El estallido urbanístico en Bezana empuja al Ayuntamiento a frenar dos proyectos «excesivos»

Después de que la Comisión de Urbanismo tratase ayer esta iniciativa del equipo de gobierno, la alcaldesa, Carmen Pérez, llevará al Pleno de la semana que viene un acuerdo para suspender durante un año las licencias de dos planes que suman 1.228 viviendas, con el objetivo de ganar tiempo para modificar las Normas Subsidiarias y rebajar tanto el número de pisos como la altura de los edificios previstos en Soto de la Marina y Mompía.

En el primero de los terrenos, ubicado en una parcela de 86.993 metros cuadrados junto a la fábrica de Hergom, el proyecto original diseña dos bloques de edificios de seis plantas más bajocubierta, cuando en los alrededores lo máximo que hay son viviendas de dos o tres alturas. Es decir, duplica el volumen. Allí se construirían 590 viviendas más una zona comercial, hotelera o para residencia de mayores. Un proyecto que el informe técnico municipal, al que ha tenido acceso El Diario Montañés, considera «desacertado e insostenible». En este caso, la intención del Ayuntamiento es rebajar a la mitad la altura y dejarlo en solo tres plantas, además de eliminar 190 pisos del total.

La segunda de las parcelas ocupa 95.627 metros cuadrados frente a la estación de FEVE y el Hospital Mompía. «El suelo con la más alta intensidad residencial» de todo el municipio, según los técnicos. Allí estaba previsto construir varios bloques de seis alturas más bajocubierta para albergar 638 viviendas. Por comparar, el volumen de edificabilidad de su entorno es tres veces menor, por lo que el Ayuntamiento quiere rebajar su altura a la mitad y restarle 138 pisos.

El proyecto también incluye la renovación del puente sobre las vías del ferrocarril, por donde cada día pasan miles de vehículos de vecinos de Mortera y Liencres para salir a la autovía, y la construcción de una glorieta de enlace en la CA-304.

El problema es que ambos proyectos cuentan con planes parciales desde hace más de una década, y este parón forzado por el Ayuntamiento puede tener consecuencias legales si la modificación puntual de las Normas Subsidiarias no tiene éxito. Los dueños de las parcelas podrían exigir, en ese caso, indemnizaciones millonarias en los tribunales. Por eso, desde la oposición municipal consideran que sería más seguro meter mano a estos proyectos desde un nuevo Plan General que, además, Bezana tiene pendiente hacer desde que se paralizó en 2016 el que estaba elaborando para adaptarse al POL.

No es la primera vez en los últimos meses que la Administración pública frena un proyecto urbanístico en Bezana. A finales del año pasado, el Gobierno denegó la solicitud de construcción de doce apartamentos turísticos extrahoteleros en Soto de la Marina. Los motivos que esgrimió es que el proyecto, promovido por Apartamentos Playa de Covachos S.L.U., «no se ajusta a la legalidad vigente para edificar en suelo rústico».

Mientras tanto, el desarrollo urbanístico de Bezana continúa en otras zonas. La Crotu dio el visto bueno, a finales del año pasado, a un Plan Parcial en Soto de la Marina, presentado por la Sareb, que prevé la construcción de 182 viviendas, el 25% de ellas de protección oficial junto al camping, detrás de la glorieta del restaurante Pomodoro.

Cerca de allí se levantará la segunda gran promoción de vivienda nueva prevista en Bezana a corto plazo. En este caso será Iberdrola –que cuenta con un brazo inmobiliario con más de 8.100 viviendas construidas en España y México– la que edifique 297 residencias, 50 de ellas sociales, en una parcela ubicada, también en Soto de la Marina, cerca de la glorieta del bar Navajeda.